"Soy un experto en hacer florecer el desierto"
digo árido, con una bocanada de aire
mientras observo contigo el atardecer
Ahora sueñas desde la distancia
un Edén
de unos dedos que se van mas que vienen
a punto (com)prometido con el tiempo que miente
desde la fianza y del fruto frustrado de la serpiente
Si aceptaras ver la belleza de mi cercano paraje
¡Oh! En amalgama de tierra y arena vibraría
tu presencia latente, a un igual me acompañaría
Soy un aventurero que para nada teme estar solo
compartiendo las hiedras en cada abrazo dado
mi presencia latente a un igual te acompañaría
No es necesidad, sino un despertar de coraje
nace sin poder impedir elegir quién o cuándo
tampoco es eterno, pero un segundo es mortal
Ante el imponente sol que nos dislumbraría
Ante las escasas precipitaciones que vendrían
Ante la humedad de la luna, ¿qué pasaría?
¿Acaso me permitirías beber de tu oasis?
Hallaría la forma de que fuera saciable
sin olvidar de que sería casi inacabable
Saldría yo, mis ojos, de entre los matorrales
cuando tú, con guiño, dijeras que es seguro
visto que todo estaría bien regado a caudales
Llegarían hasta las raíces de los ásperos cactus
de las dunas, de la madriguera de las libres liebres:
Serías una escasa flor blanca para contemplar.
Caer amartelado por alquien es florecer el desierto
lo pactado por el corazón obliga, lo dicho por él haré:
Y al final sabrías que volvería para otro amanecer.
(31/12/2019)